lunes, 23 de mayo de 2011

Miau ^^

Voy a intentar centrarme en los aspectos que no ha contado Trivi en su blog, contando con la inestimable ayuda de Santi, ampliamente conocido por sus poderes alquímicos (es un alquimista estatal de un cargo muy alto)
Viernes
Santi me llamó el jueves para informarme que iban a comprar comida, y que habían quedado al día siguiente a las 6.30, aunque no me enteré de donde, por lo visto me había dicho el lugar y yo le colgué antes de que lo dijera o algo, el caso que estuve esperando hasta que a las 6.30 me dijo el lugar donde habían quedado y fui hasta allí y ya estaban todos. Justo antes de llegar me encontré con un grupo de “seres” gritando consignas extrañas sobre un personaje un tanto afeminado. Tras eso nos dirigimos hacia el eroski
Cuando estábamos comprando tuve que hablar por teléfono y vague solitario por los páramos hasta encontrarlos justo antes de ir a pagar, tras lo cual me enteré de que la compra era para la mañana siguiente solo y que pretendían comer fuera el domingo, por lo que había comprado algo de más
Sábado
Tras llegar a la estación, me percate de que habían llegado casi todos, y como apenas los conocía permanecí sumergido en mi propio mundo. Una vez en el autobús, y tras conseguir mi deseado asiento de ventana, comenzamos un viaje bastante ameno, de hecho tenía pensado dormirme durante el mismo, porque había salido el día anterior hasta tarde pero estuvo tan animado que no dormí en ninguno de los viajes ni de ida ni de vuelta. Tras ver un capitulo de Naruto con Oswaldo en el que los subtítulos…podrían ser un poquito más grandes, y realizar mis increíbles y poderosos trucos de alta magia, así como escuchar a Santi desvariar sobre todo tipo de cuestiones y negar todo lo que decía Roberto. En el tren me pasaron “Nyan Cat original” la cual use en diversas ocasiones como mecanismo de control mental
Una vez llegados a la estación de Jerez, nos dimos cuenta de que el hotel estaba a poco mas de 15 minutos andando, sin embargo, sin saber en qué dirección andar, iba a resultar muy difícil encontrarlo, para lo cual pedimos tres taxis, todos a nombre de Cristian, me di cuenta de que nunca podría llegar a ser malvado, ¿Por qué? Porque intente darle a que se pusiera en verde con los botones estos de los semáforos, para que los coches se pararan, y se paró un coche del que se bajo una anciana, por lo que encima le ayude a que se pararan sin molestar ya que ellos lo tenían en rojo.
Un hecho a destacar son los increíbles poderes mágicos de Santi, que nos ahorraron más de 5 euros en taxis solo en la ida, por ejemplo en Jerez, que con el mismo viaje a la misma vez e incluso llegando ellos antes…¿Cuánto os han cobrado? 9,10 el grupo de Oswaldo…y a nosotros nos habían cobrado 5,90, aunque el conductor se paso el viaje gritando a los demás taxistas e intentando adelantar el taxi del grupo de Oswaldo al que califico como “chatarra para el desguace”, se podía pensar la verdad que aquello era cierto
Una vez llegados al hotel y distribuidas las habitaciones, tras dejar las cosas en su sitio, nos dedicamos a explorar las restantes habitaciones para curiosear o simplemente hablar con el resto, a excepción de la habitación de Trivi, territorio aun inexplorado por nosotros, con un característico color rojo, lugar de grandes misterios, según cuenta la leyenda en la habitación había UN POZO…si, la leyenda era cierta, los pozos existen. Tras esto y acabar de prepararse Oswaldo, cuyo traje si le quitabas la gran mascara, la cual le permitía ver un 1% de lo normal, le hacía parecer un torero. Tras esto fuimos al salón de la manga, guiados por unas enfermeras…las cuales supuestamente eran 7 y yo solo veía a 4. También mencione mi teoría sobre la manera de ver las propiedades en Rusia, la llamada teoría del pene ruso, por todos conocida, a lo cual Santi dijo “tengo imágenes que demuestran que lo que dices es falso” frase que normalmente Santi utiliza para rebatir todo tipo de argumentos empleados por Roberto, incluso aquellos con los que está de acuerdo
El salón del manga, lleno hasta reventar, debo decir que me perdí un numero bastante grande de veces entre el gentío, menos mal que podía ver a Oswaldo vestido de Tobi, y los reencontraba. Vimos a uno que pensaba que estaba vestido de Vegeta, pero solo resultó que prácticamente todo era pintado, y no le quedaba mal, aunque el pelo se le veía un poco raro. Santi comenzó una carrera de gasto brutal que le llevo a adquirir una cantidad bestial de posesiones, de hecho llegue a temer que adquiriera el salón de la manga entero y conociéndole podrían haber pasado cosas muy extrañas de ser así. Solo decir que cada cierto tiempo hacíamos paradas en la manta roja, para poder descansar, descansos cada vez más prolongados. Cargue con un poster que encima que era mío, su propietaria no lo había abierto, y cuando lo abrió y vio que no le gustaba, decidió tirarlo, desperdiciando las horas de desvelo que había dedicado a guardarlo y protegerlo de los peligros del mundo exterior. Santi hizo un intento de comprarse algo de beber en una maquina…ya sabíamos que era una gran estafa que las botellas pequeñas de agua estuvieran a un euro, pero que las latas de coca cola costaran uno y medio no solo hizo que Santi desistiera de comprar una, sino que su cara fue digna de ver. También vimos a un “ser” que digamos que hizo que me planteara arrancarme los ojos debido a que consistía su “vestimenta” en una especie de calzoncillos con el resto lleno de una gran mata de pelos, paseándose por allí como si fuera su casa, en fin…A la vuelta del hotel es cuando me hice del colgante por “5 minutos” del que hablare más tarde, de hecho me gusto tanto el colgante que me animo a comprar al día siguiente uno propio. Santi intento convencer a Roberto de que era imposible que estuviera perdido ya que según él, estaba en Jerez, en la calle que fuera, siempre y cuando mirara el nombre de la calle.
Tras volver al hotel, y ver las reglas del juego de ZOMBIES, Santi tuvo una pequeña disputa con Roberto a causa de una zapatilla y decidió tomar una medida como el diría, seria, madura y responsable, como fue lanzar su zapatilla a la recepción del hotel, tras lo cual salió corriendo, entro en nuestra habitación y cerro con llave, dejando a Roberto, a merced del encargado, el cual le culpo de todo. Tras ducharnos con los extraños aparatos duchatorios del hotel y decidir si salir o no, marchamos a lo que nos dijeron que era “un lugar local para comer” lo que me extraño sumamente cuando al final el sitio era el McDonald. Tras tener que hacerme hueco en la mesa por haber llegado el último de pedir, comimos y nos fuimos a casa los que quedábamos, porque Laura, Saku y Polly se habían marchado antes
Tras llegar nos marchamos Santi y yo a la habitación de Álvaro, Roberto e Isma y escuchar un monologo de Santi sobre…cosas extrañas, nos fuimos a la habitación a jugar a ZOMBIES, pero Oswaldo ya estaba dormido. Tengo que añadir que siempre que me era posible, cuando me preguntaban el nombre, y a veces ni siquiera hacía falta eso, decía que me llamaba Oswaldo, lo que el negaba y decía que no era así
Domingo
Tras desayunar en el bar de abajo, marchamos hacia la última jornada, en la cual además de decir que había muchísima menos gente que el día anterior, probamos el juego de cartas del monopoli, decir que en la primera partida arruine de una forma brutal a Santi, cobrándole con cartas de pago incluso cuando ya estaba casi en la ruina, por lo cual estuvimos el resto de partidas yendo el uno a hundir al otro.
Tras palidecer unos instantes debido a que no sabía cómo iba a comer el ramen con “eso” que me habían dado llamado palillos, aprendí la habilidad de usarlos aunque fuera mínimamente y pude alimentarme y seguir con vida. De vuelta al hotel pasamos por un arco que yo identifique en un principio con la puerta de la feria de abril, tras darme cuenta después de que no estábamos en Sevilla. También fracaso mi intento de comprar un sobre en algún estanco y que me lo sellaran a la salida, ya que cuando lo pensé el día anterior no me había dado cuenta que sería domingo al día siguiente y que los sitios estarían cerrados (curiosamente vimos que había un estanco justo abajo del hotel)
Una vez llegados de nuevo al hotel, tras ir a la estación y darnos cuenta de lo increíblemente ajustados de tiempo, si es que nos daba tiempo para llegar, junto con las previsiones pesimistas del encargado de la estación, no contaré más porque ya viene en el blog de Trivi.
Al llegar a la estación, Dani comprobó que tenía un asiento, digamos que más de 200 asientos alejado del resto, en junto con tres personas más, en las que me incluyo, separadas del resto, pero he de decir que me lo pase genial, incluida la partida al monopoli con reglas inventadas como suicidio, que mataba una propia por una carta del rival (si, en el monopoli)
Tras el periplo de la estación y ver a una mujer recoger los billetes que se le cayeron a Dani mientras corría, billetes que por otra parte no nos sirvieron para nada, y darnos cuenta de que había que pagar por entrar en el baño, eso sí, no por salir, como no percibió Roberto, el cual salió reptando del baño (limpiando genialmente el suelo)
También me di cuenta al ir a pagar los billetes de que me había hecho un corte en un dedo, para lo cual me dejo Saku muy amablemente agua, pañuelos y una tirita yo yo repartí las galletas que me quedaban entre la gente, y nos hicimos la foto de grupo, que por cierto, salimos en muchísimas fotos, estoy deseando verlas todas, a pesar de que se que saldré fatal en cada una de ellas, aunque, me consuela saber que Santi saldrá peor aun
Tras montarnos en el autobús, más o menos en grupos de dos, exceptuando a Santi y Roberto, que habían puesto cosas en los asientos de al lado para ir solos, nos pusimos en marcha, en un viaje en el que Santi salvo la reputación de Oswaldo, el cual no se había acordado de que el porno en voz alta en un autobús lleno de gente no es la solución más optima. Oswaldo, con quien fui sentado durante gran parte del viaje, comenzó a comer con su súper navaja con cuchillo y tenedor el queso que llevaba desde el viernes y me ofreció a mí para que no se lo diera a nadie más porque se le acabaría, cosa que yo le confirme debido a que “compartir supuso la ruina del sistema métrico” aunque al final le dio un trozo a Álvaro, siempre que le diera algo a cambio. También añadir que el móvil de Lau se desplazo a base de golpes por medio autobús. Oswaldo le cogió el móvil y la manga y comenzó a leerlo mientras le decía que él no sabía dónde podía estar, al igual que su móvil. Cuando llegamos, tuve que devolverle a Saku el colgante que le había cogido el viernes para ponérmelo “5 minutos” y cuando me di la vuelta Santi había salido volando y no nos pudimos despedir de él y de la mayoría, aunque el viaje fue increíble y todos nos lo pasamos genial

2 comentarios:

  1. ¡AHahaha! Siempre que quieras, puedes tomar prestado mi colgante.
    Por cinco minutos!

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